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Mostrando entradas de enero, 2012

ENSEÑANOS CON AUTORIDAD Y CARIDAD A UTILIZAR NUESTROS SENTIDOS

Enséñanos con autoridad y caridad a ACARICIAR las aristas de la vida, a tocar la vulnerabilidad, a achuchar la fragilidad, a besar la enfermedad; para llegar a lo verdaderamente valioso: al interior, allí donde se cobija el amor, que parece que se esconde bajo esas capas de imperfección, de torpeza, de desacierto. Enséñanos con autoridad y caridad a ESCUCHAR tu voluntad y a ponerla en práctica en nuestra vida, entre los nuestros: nuestros amigos y desconocidos, entre todos aquellos que son nuestros hermanos; por los que podemos decir cada día lo que Tú nos has enseñado, un Padre Nuestro que surge de dentro, que remueve entrañas y que clama al cielo. Enséñanos con autoridad y caridad a SABOREAR los manjares que nos ofreces, a sentarnos en las dos mesas y deleitarnos con tu Palabra y con tu Cuerpo a degustar los sentimientos, que no son buenos ni malos, a probar tus dones naturales, que percibimos desde que nos levantamos, a catar los valores y los bucles de la humanidad. Enséñanos con...

Sedación paliativa

En este enlace ( http://www.rtve.es/alacarta/audios/salud-y-vida/salud-vida-cuidados-paliativos/1289544/ ) podéis escuchar a doctores como Javier Rocafort o Marcos Gómez, que nos hablan de sedación paliativa en una entrevista de Radio5. Explican en poco tiempo y muy clarito, la diferencia de sedación paliativa con terminos como 'deseo adelantado de muerte' o 'eutanasia', términos que en ocasiones han llevado a la confusión...

GRACIAS, SEÑOR!!!

Me ha llegado esta oración, desconozco el autor, pero la tomo prestada para desearos a todos, mediante este agradecimiento, un Feliz Año 2012 Gracias, Señor: Por haber llegado al final de este año creyendo, confiando y amándote. Fueron muchas veces las que animaste mi fe, las que corriste a mi encuentro. Siempre sentí el calor de tu mano, aún en plena oscuridad. Gracias, también, por esa otra fe que he conservado. Gracias por las ayudas, la compañía y la alegría que me han brindado las personas. Gracias por tantos ojos como me miraron con ternura. Gracias por tantas manos como se adelantaron a estrechar la mía. Gracias por tantos labios cuyas palabras y sonrisas me alentaron. Gracias por tantos oídos que me escucharon. Gracias, Señor, por tanto como he recibido, que no fueron méritos míos, sino dones tuyos... Gracias por el mérito que me estimuló. Por la salud que me sostuvo, por el trabajo que desempeñé, y por el descanso de que disfruté. Gracias por aquel fracaso y aquella desilu...