Hace poco escribí este artículo que hoy quiero compartir con vosotros: Últimamente hay un creciente interés por el tema del «acompañamiento espiritual en la enfermedad»; pero, ¿estamos siendo acompañados?, ¿cuál es nuestra experiencia de acompañamiento? Si nos paramos y realizamos una relectura de nuestro proceso espiritual, probablemente nos percatemos de que en el camino de nuestra vida los momentos más significativos son aquellos en los que hemos tenido una presencia amiga, unas palabras de ánimo, alguien con quien compartir instantes de desahogos, soplos de alegrías y de tristezas… Y es que, en cualquier camino de fe, sea cual sea nuestra religión, lo maravilloso es vivirlo en comunión, porque es en una relación interpersonal en la que se puede transmitir la experiencia del amor. Es un verdadero regalo reconocer que caminamos juntos en la apasionante aventura de la vida, es gozoso reconocer que nuestra fe se ha ido alimentando de tantos testigos que con su testimonio han hecho...
Virgen consagrada. Licenciada en farmacia y en estudios eclesiásticos, máster en pastoral de la salud, bioética y cuidados paliativos. Acompaño en el límite, en la escucha y en la presencia. Profesional del SAER y docente en San Juan de Dios. ✉️ @pasbiopal