La afirmación de que “la Iglesia no es una empresa” es una reflexión válida desde una perspectiva general, pero es fundamental desentrañar su significado y entender los matices que encierra. En primer lugar, es crucial destacar que la Iglesia no busca lucro , lo que la diferencia de una empresa en su sentido más estricto. No obstante, esto no implica que su funcionamiento y organización carezcan de un grado significativo de responsabilidad y profesionalidad. Nosotros, como Iglesia, formamos el cuerpo de Cristo en la tierra y tenemos una misión que trasciende los límites de cualquier organización secular . Nuestro propósito es evangelizar, servir a los más necesitados y promover los valores del Reino de Dios. Esta misión es profunda y exige mucho más que simplemente cumplir con deberes, ya que no está exenta de requerimientos operativos que, de alguna manera, tienen paralelismos con los de una empresa. Aunque no perseguimos beneficios económicos, debemos gestionar nuestros recur...
Virgen consagrada. Licenciada en farmacia y en estudios eclesiásticos, máster en pastoral de la salud, bioética y cuidados paliativos. Acompaño en el límite, en la escucha y en la presencia. Profesional del SAER y docente en San Juan de Dios. ✉️ @pasbiopal