En la sencillez de pronunciar "Effetá" sobre nuestras vidas, se halla la clave para despertar el potencial que Dios nos ha concedido y que yace en nuestro interior. Dios, como un hábil escultor, nos moldea con amor y nos dota de dones únicos. Al abrirnos al milagro, permitimos que esos dones florezcan, liberando la maravilla de nuestro propósito único. Cada uno de nosotros es una obra maestra en constante creación, y al reconocer la divinidad dentro de nosotros, abrimos la puerta a una vida plena de significado y sentido. Que esta reflexión nos inspire a cada corazón a abrazar su singularidad con gratitud y valentía. ¡Effetá, que se abran los ojos a la extraordinaria maravilla de ser quienes somos en la luz de Dios! Al abrirnos al milagro de Effetá, despertamos dones, florece la maravilla. Somos la arcilla en las manos divinas, modelados con amor, hacia la luz se inclinan. En la sencillez de pronunciar Effetá, reside la llave para el despertar, Agradecidos...
Virgen consagrada. Licenciada en farmacia y en estudios eclesiásticos, máster en pastoral de la salud, bioética y cuidados paliativos. Acompaño en el límite, en la escucha y en la presencia. Profesional del SAER y docente en San Juan de Dios. ✉️ @pasbiopal