En la vida cristiana, la palabra "elegidos" no se refiere a un privilegio especial que nos pone por encima de los demás, sino a una llamada que nos invita a una misión de servicio y entrega. Es un recordatorio de que hemos sido escogidos para ser testigos del amor de Dios en el mundo, no desde la ostentación, sino desde la humildad, la sencillez y la autenticidad. Ser elegidos implica una profunda responsabilidad: servir y amar como lo hizo Jesús. Esto significa vivir con la mirada puesta en los demás, especialmente en los más vulnerables, convirtiendo cada gesto en un signo de hospitalidad y misericordia. Cristo nos invita a vivir con alegría, no una alegría superficial, sino aquella que brota de la certeza de que Él camina con nosotros, animándonos con su Espíritu. Esa presencia nos da fuerza para luchar por la verdad y la justicia, a pesar de las dificultades y los desafíos. Ser elegidos también nos interpela a abandonar la búsqueda de poder, privilegios o reconoci...
Virgen consagrada. Licenciada en farmacia y en estudios eclesiásticos, máster en pastoral de la salud, bioética y cuidados paliativos. Acompaño en el límite, en la escucha y en la presencia. Profesional del SAER y docente en San Juan de Dios. ✉️ @pasbiopal