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Mostrando entradas de enero, 2025

Más allá del espejo: el autoconcepto en la mirada de Dios

Últimamente me han definido de una manera que me ha herido, y eso me ha llevado a cuestionarme mi autoconcepto. Vivimos rodeados de opiniones, etiquetas y expectativas . Desde que nacemos, la mirada de los demás va moldeando la imagen que tenemos de nosotros mismos. A veces, nos reconocemos en ese reflejo; otras, nos sentimos ajenos a él. Nos preguntamos si somos lo que los demás dicen, lo que proyectamos, lo que hacemos… Pero, ¿es esa nuestra verdad más profunda? Para descubrirnos de verdad, hay una pregunta que puede cambiarlo todo: ¿Quién dice Dios que soy? Su mirada es la única que nos ve con absoluta claridad, sin distorsiones ni condiciones. En ella encontramos la respuesta que da sentido a nuestra identidad. La construcción del autoconcepto: una mirada desde la fe Hay momentos en la vida en los que sentimos la necesidad de hacer silencio y preguntarnos: " ¿Quién soy realmente? " No quién dicen los demás que somos, ni la imagen que proyectamos, sino lo que en...

El peso invisible de la bondad

Hay un tipo de cansancio que no se ve a simple vista. No es el agotamiento del cuerpo después de un día largo ni el peso del sueño acumulado tras noches inquietas. Es otra fatiga, más sutil, más honda. Un peso que se aloja en el alma y se va quedando ahí, despacio, en quienes dan sin medida, en quienes sostienen sin pedir nada a cambio, en quienes son refugio… pero a veces sienten que no tienen dónde recostarse. Ser bueno no es una carga. Pero hay momentos en los que el corazón se fatiga . No porque la bondad agote, sino porque duele cuando los demás la dan por sentada. Porque desgasta ser siempre quien está disponible, quien escucha, quien entiende, quien acompaña. Es un desgaste silencioso que no se nota, pero que se siente: cuando nadie pregunta cómo está quien siempre está ahí, cuando la fuerza se confunde con invulnerabilidad, cuando la sonrisa y la disposición ocultan un cansancio que pocos ven. Y un día, sin previo aviso, te sorprendes suspirando más hondo, buscando un inst...

La importancia de los roles: servir desde el lugar que Dios nos ha confiado

  En la vida eclesial, todos somos llamados a ser parte de un cuerpo vivo, donde cada miembro tiene una misión única e irrepetible. Como dice San Pablo en la primera carta a los Corintios: “Hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; diversidad de servicios, pero un mismo Señor; diversidad de actividades, pero un mismo Dios, que obra todo en todos” (1Cor 12, 4-6). Estas palabras siempre me han hecho reflexionar sobre el profundo sentido de unidad en la diversidad que Dios nos regala. Sin embargo, vivir esto no siempre es sencillo. A lo largo de mi experiencia en la Iglesia, he aprendido que una de las claves para construir comunidad es saber discernir y respetar los roles que cada uno tiene. No es tarea fácil, porque a veces los límites no son claros, o porque el entusiasmo de querer ayudar puede llevarnos a ocupar espacios que no nos corresponden. Pero, cuando logramos encontrar nuestro lugar y respetar el de los demás, sucede algo maravilloso: cada uno puede dar lo mejor...