Aunque triste, cada vez nos encontramos con más noticias sobre la soledad, hay casos que son visibles y es más o menos fácil poder actuar, por lo menos tenemos la posibilidad de acercarnos para iniciar el ·
Itinerario AVIC·; sin embargo, en muchas otras ocasiones estar al lado de alguien no resulta tan fácil. Ese es el motivo por el que hemos elegido este tema para este curso 2019-2020, "ACOMPAÑAR". Siendo conscientes de que la misión del acompañamiento necesita de una gran formación, aquí sólo nos gustaría dar un poco de luz en esta misión, con el objetivo de ser:
Una Iglesia con las puertas abiertas para acompañar...
para que los portales no se cierren
(Is 45, 1)
Creemos que el acompañamiento comienza desde la cruz, que es donde se ha experimentado la mayor capacidad de amor, allí estaba María, acompañando a su hijo en el momento de gran sufrimiento, de incomprensión, y de tantos sentimientos y emociones encontrados. Todo lo que acontece en nuestra vida, la diferentes realidades, la pasamos por el corazón, el único capaz de soportar tanto sufrimiento y a la vez tanto amor. Por eso en la imagen nos encontramos dentro del corazón (desde la C hasta la R) con caminos, piedras, tiritas… pero también momentos de fiesta, de hospitalidad, de comunión y en el centro en forma de P el báculo pastoral (cayado que llevan los obispos como signo de su función pastoral), porque la pastoral está para acompañar en medio de toda esa realidad, esa es la misión para la que nos sentimos llamados. La Iglesia se hace presente en el mundo a través de la función pastoral, no podemos permitir que los portales se cierren ante las realidades de la vida. Tenemos que estar y acompañar, y no de cualquier forma, no valen sólo las palabras, también son importantes las obras, el cómo de esas obras; por ello, para acompañar vamos a ir empapándonos de 9 “gestos/palabras” para acompañar.
Es importante tener presente que siempre tenemos a alguien al lado haciéndonos compañía; incluso en la soledad hay alguien a nuestro lado que nos tiende la mano, que nos mima, que nos cuida, que nos acurruca con delicadeza, alguien que nos ama con infinito amor misericordioso y que constantemente nos invita a salir de nosotros mismos para salir al encuentro del otro. Vivir, en definitiva, es acompañar y ser acompañado, y por la tanto siempre tenemos que hacer todo lo posible por mantener las puertas abiertas, por no permitir que los portales se cierren ante nadie y mucho manos ante los más desfavorecidos, como veis acompañar al final es disponibilidad, preparados para lo que se necesite, con actitud positiva.
Hemos dividido el curso en 9 “etapas” en las que iremos trabajando el acompañar desde diferentes prismas, y como siempre fundamentándonos en la palabra de Dios, en los evangelios dominicales. Las actitudes para el acompañamiento que nos gustaría trabajar son responsabilidad, calidad, hospitalidad, amor, respeto, celebración, cariño, espiritualidad y apertura. Estoy segura que saldrían muchísimas más actitudes para estar al lado de otras personas.
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