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No eres invisible

Por esa grandeza que estás construyendo

en los momentos de soledad,

en el silencio, paso a paso,

cuando nadie más lo nota,

recuerda que Dios siempre ve,

aprecia y valora tu esfuerzo.

¡No eres invisible!

@pasbiopal

 


 

Hay una belleza especial en los pequeños actos de dedicación que llevamos a cabo en la intimidad de nuestra vida diaria. Es en esos momentos, cuando nos encontramos solos, que nuestro verdadero carácter brilla con más intensidad. Puede que a menudo sintamos que nadie percibe nuestro esfuerzo, que nuestros sacrificios pasan desapercibidos. Pero la realidad es que Dios, en su infinita sabiduría y amor, siempre está presente y atento.

Cada paso que damos, por pequeño que sea, tiene un significado profundo y eterno. En la tranquilidad de la noche, cuando nuestros pensamientos se vuelven hacia nuestras luchas y nuestros sueños, Dios está con nosotros, ofreciéndonos su apoyo e iluminando el camino que hemos de seguir. Nuestra perseverancia y nuestra dedicación son valiosas ante sus ojos, más de lo que podamos imaginar.

En esos instantes de silencio, cuando trabajamos sin recibir aplausos ni reconocimientos, estamos tejiendo una obra de amor y de fe que trasciende lo visible. Dios aprecia cada uno de nuestros esfuerzos, cada lágrima, cada sonrisa, cada intento de hacer el bien. Nuestra vida es un testimonio de nuestra fortaleza y de nuestra confianza en Él.

Recordemos siempre que no estamos solos. La mirada de Dios nos sigue con mimo y cuidado, su amor nos envuelve, y su gracia nos sostiene. Cada gesto, por más pequeño que parezca, cuenta para el Reino de Dios. Por tanto, sigamos adelante, con la certeza de que nuestra labor es reconocida y valorada por nuestro Creador. No necesitamos palmaditas en la espalda.

No somos invisibles. Somos una chispa de luz en el mundo, una prueba viviente de que el amor y la fe pueden transformar la realidad. Dios está con nosotros en cada paso, y eso es lo que realmente importa.

 

@pasbiopal

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