1ª lectura: Isaías 42,1-4.6-7
«Mirad a mi siervo, a quien prefiero»
Salmo: «El Señor bendice a su pueblo con la paz»
2ª lectura: Hechos 10,34-38
«Dios ungió a Jesús con la fuerza del Espíritu Santo»
Evangelio: Mateo 3,13-17
«Apenas se bautizó Jesús, vio que el Espíritu de Dios bajaba sobre él»
En aquel tiempo, fue Jesús desde Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara. Pero Juan intentaba disuadirlo, diciéndole: «Soy yo el que necesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?» Jesús le contestó: «Déjalo ahora. Está bien que cumplamos así todo lo que Dios quiere.» Entonces Juan se lo permitió. Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrió el cielo y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él. Y vino una voz del cielo que decía: «Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto.»
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