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Queremos acompañar tu sufrimiento


Al escuchar tu dolor, al verte en la cruz, brota de nosotros la ternura.
Tú, Jesús, nos cambias el corazón de piedra por un corazón de carne.
Haznos también sensibles al dolor de tantos hermanos
que tienen una vida dura, que no pueden con su cruz,
y han de superar muchas dificultades cada día.

Queremos acompañar el sufrimiento de tantos hermanos en guerra,
recordar a todos aquellos que en este momento,
en algún lugar del mundo están sufriendo por la locura de unos pocos,
ya su alrededor hay dolor, muerte y destrucción.

Queremos acompañar el sufrimiento de tantos inmigrantes
que se sienten entre nosotros fuera de su país,
que les duele la soledad, la lejanía, la diferencia y la injusticia,
que sepamos ser una mano tendida en su camino,
un amigo, un compañero, un apoyo y una vida compartida.

Queremos acompañar el sufrimiento de tantos enfermos
que tienen que acostumbrarse a vivir con un cuerpo frágil,
que ya no les responde y todo les resulta mucho más complicado.

Queremos también pedir tu fuerza y compañía para sus cuidadores
y profesionales de la salud que facilitan su situación
y acompañan a algunos al encuentro definitivo contigo.

Queremos acompañar el sufrimiento de todos aquellos
que, como tú, Señor,
sufren en este momento soledad, desamor o incomprensión.

Queremos acompañar el sufrimiento de los parados,
los que sufren abusos laborales, los depresivos,
los olvidados, los que no encuentran su lugar en el mundo,
los que no pueden cubrir sus necesidades básicas,
los que pasan hambre
y los que teniéndolo todo viven una vida sin rumbo y sin sentido.

Acompáñanos tú a todos, Señor,
llénanos de tu presencia y de tu Amor,
enséñanos a tratarnos unos a otros a tu manera,
suavizándonos el peso de la vida.



Mari Patxi Ayerra, La palabra del domingo y fiestas, CCS

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