Ir al contenido principal

Gracias, Señor, por los que me sanan


Gracias por los que soñaron en mí antes de ser,
por mis padres, hermanos y maestros.
Gracias por tantos que trabajaron para que yo
fuera cubriendo mis necesidades vitales.

Gracias por quien jugó, rió, cantó y rezó a mi lado,
acompañando mi ser y mi vivir.
Gracias por las personas que me amaron,
y además me lo supieron decir y demostrar,
con abrazos, besos y ternuras
que alimentaron mi corazón y mi saber amar.

Gracias por los que supieron corregirme,
enseñándome el proceso de cumplirme.
Gracias por quien me eligió como amigo,
porque influyó en mi seguridad y me ilusionó.
Gracias por el que se atreve a recordarme un error,
porque me da la posibilidad de mejorarme.
Gracias por los que viven y trabajan a mi lado,
pues su compañía cotidiana me hace ser yo.

Gracias por los familiares y cercanos
que se interesan por mi salud y mis dificultades.
Gracias por los que se dejan cuidar por mí,
pues hacen brotar mi mejor yo.
Gracias por los que perdonan mis errores,
pues me enseñan a ser humano y disculpar.
Gracias por los que se dejan ayudar por mí,
pues me hacen sentir válido e importante.

Gracias por todos los seres humanos
pues me hacen sentirme fraterno.
Gracias por cada aprendizaje y descubrimiento
porque me vuelven sencillo y sabio a la vez.
Gracias por cada vida entretejida con la mía,
pues hacen que mi historia sea un cántico agradecido.

Mari Patxi Ayerra, La Palabra del Domingo y fiestas. Ciclo B

Comentarios

Entradas populares de este blog

Un año nuevo, un horizonte nuevo: vivir la esperanza

  ¡Feliz Año 2025, Año del Jubileo de la Esperanza! Comenzamos un nuevo año cargado de promesas, un tiempo para mirar al futuro con ilusión y abrazar el presente como un don de Dios. Todo lo que hemos vivido, con sus alegrías y aprendizajes, nos impulsa hacia un 2025 lleno de posibilidades. Este momento, en el que dejamos atrás un año y nos preparamos para abrazar uno nuevo, nos invita a detenernos. No para quedarnos atrapados en el pasado, sino para mirar todo lo vivido con gratitud: lo bueno, lo difícil, lo inesperado. Dios nos ha acompañado en cada paso, sosteniéndonos aun cuando quizás no lo percibíamos, y en su amor infinito, nos sigue impulsando hacia adelante. " Dad gracias en toda circunstancia, porque esta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús " (1 Tesalonicenses 5, 18). Que la gratitud sea la llave para abrir nuevas puertas. Que la esperanza nos impulse a soñar sin límites. Que la alegría y el amor guíen cada uno de nuestros pasos. Que la conf...

El valor de las acciones junto al de nuestras palabras

Había una vez un humilde carpintero que vivía en un pequeño pueblo. Sus manos eran expertas en tallar la madera, y con paciencia y amor creaba muebles que duraban generaciones. La gente del pueblo lo elogiaba constantemente. "¡Qué hermoso trabajo haces!", le decían. "Tus mesas son las mejores que hemos visto". Pero, cuando se trataba de encargar un nuevo mueble, muchas veces preferían a otros carpinteros del pueblo o compraban muebles de menor calidad en otros lugares. El carpintero escuchaba los halagos, pero pronto se dio cuenta de que, a pesar de las bonitas palabras, no se le tenía en cuenta cuando realmente importaba. Poco a poco, empezó a sentir que no valoraban su trabajo. Se dio cuenta de que no era cuestión de escuchar lo que decían, sino de observar lo que hacían. "No me sirve de nada que me digan que mis muebles son los mejores, si luego buscan a otros para hacerlos" , pensaba. Un día, tras reflexionar en oración, decidió tomar una decisión imp...

Más allá del espejo: el autoconcepto en la mirada de Dios

Últimamente me han definido de una manera que me ha herido, y eso me ha llevado a cuestionarme mi autoconcepto. Vivimos rodeados de opiniones, etiquetas y expectativas . Desde que nacemos, la mirada de los demás va moldeando la imagen que tenemos de nosotros mismos. A veces, nos reconocemos en ese reflejo; otras, nos sentimos ajenos a él. Nos preguntamos si somos lo que los demás dicen, lo que proyectamos, lo que hacemos… Pero, ¿es esa nuestra verdad más profunda? Para descubrirnos de verdad, hay una pregunta que puede cambiarlo todo: ¿Quién dice Dios que soy? Su mirada es la única que nos ve con absoluta claridad, sin distorsiones ni condiciones. En ella encontramos la respuesta que da sentido a nuestra identidad. La construcción del autoconcepto: una mirada desde la fe Hay momentos en la vida en los que sentimos la necesidad de hacer silencio y preguntarnos: " ¿Quién soy realmente? " No quién dicen los demás que somos, ni la imagen que proyectamos, sino lo que en...