Ir al contenido principal

Feliz día de san Juan

Hoy, 24 de junio, celebramos el nacimiento de San Juan Bautista, una festividad llena de significado y enseñanza para nuestra vida diaria. Se me ocurren tres ideas importantes que nos pueden iluminar en nuestro día adía:

  • La humildad y el servicio desinteresado: San Juan Bautista nos enseña la importancia de la humildad. Él, a pesar de ser un gran profeta, siempre supo que su misión era preparar el camino para Jesús. Esta actitud de humildad y servicio desinteresado nos puede inspirar a poner a los demás primero y a servir sin esperar nada a cambio, buscando siempre el bien común.
  • La valentía para proclamar la verdad: Juan Bautista no tuvo miedo de proclamar la verdad, incluso cuando esto le trajo persecución y dificultades. Su valentía nos recuerda que debemos ser firmes en nuestras convicciones y no tener miedo de defender la verdad y la justicia, aunque esto suponga enfrentarnos a muchos. Es como una invitación a vivir con integridad y coherencia, siendo luz y testimonio en nuestro entorno.
  • La preparación para la llegada del Señor: La vida de San Juan Bautista es un constante recordatorio de que debemos estar siempre preparados para la llegada del Señor. Tengamos presente que esto no se refiere solo al fin de los tiempos, sino también a reconocer y acoger la presencia de Dios en cada momento de nuestra vida. Nos anima a vivir con una actitud de espera activa y de conversión continua, buscando siempre la cercanía con Dios y preparándonos espiritualmente para recibirle.

Aprovechamos esta ocasión para felicitar a todos los que hoy celebran su santo. Que San Juan Bautista sea para todos, un ejemplo de fe y entrega, y que su intercesión nos acompañe y nos bendiga en nuestro caminar.

¡Feliz día de San Juan!

@pasbiopal

Comentarios

Entradas populares de este blog

Un año nuevo, un horizonte nuevo: vivir la esperanza

  ¡Feliz Año 2025, Año del Jubileo de la Esperanza! Comenzamos un nuevo año cargado de promesas, un tiempo para mirar al futuro con ilusión y abrazar el presente como un don de Dios. Todo lo que hemos vivido, con sus alegrías y aprendizajes, nos impulsa hacia un 2025 lleno de posibilidades. Este momento, en el que dejamos atrás un año y nos preparamos para abrazar uno nuevo, nos invita a detenernos. No para quedarnos atrapados en el pasado, sino para mirar todo lo vivido con gratitud: lo bueno, lo difícil, lo inesperado. Dios nos ha acompañado en cada paso, sosteniéndonos aun cuando quizás no lo percibíamos, y en su amor infinito, nos sigue impulsando hacia adelante. " Dad gracias en toda circunstancia, porque esta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús " (1 Tesalonicenses 5, 18). Que la gratitud sea la llave para abrir nuevas puertas. Que la esperanza nos impulse a soñar sin límites. Que la alegría y el amor guíen cada uno de nuestros pasos. Que la conf...

Resonancias: Cuando el fruto aún no se ve, pero el Espíritu ya está

En pasbiopal queremos compartir contigo esta reflexión: Enseñar Se dice que el Espíritu enseña todo, y es cierto: enseña con silencios, con intuiciones, con ese olfato interior que ayuda a discernir lo que alimenta y lo que no. Pero también se aprende con palabras, con contenidos, con aquellos saberes que, lejos de estorbar, afinan la sensibilidad. Hay quienes descubren a Dios en un gesto sencillo, y hay quienes necesitan primero ponerle nombre a las cosas para reconocer su sabor. A veces, para saber si algo huele a Evangelio, antes hay que haber olido muchas cosas. Y eso también se enseña. Porque el corazón, cuando se forma bien, no está reñido con la inteligencia; se afinan mutuamente. Recordar Se dice que el Espíritu recuerda lo bello, no lo que hiere. Y ojalá fuera siempre así. Pero a veces el recuerdo llega mezclado, y en él laten tanto la belleza como la ausencia. Hay recuerdos que curan y otros que reclaman. Y está bien: no todo lo que duele es ajeno a Dios. A veces el mis...

Más allá del espejo: el autoconcepto en la mirada de Dios

Últimamente me han definido de una manera que me ha herido, y eso me ha llevado a cuestionarme mi autoconcepto. Vivimos rodeados de opiniones, etiquetas y expectativas . Desde que nacemos, la mirada de los demás va moldeando la imagen que tenemos de nosotros mismos. A veces, nos reconocemos en ese reflejo; otras, nos sentimos ajenos a él. Nos preguntamos si somos lo que los demás dicen, lo que proyectamos, lo que hacemos… Pero, ¿es esa nuestra verdad más profunda? Para descubrirnos de verdad, hay una pregunta que puede cambiarlo todo: ¿Quién dice Dios que soy? Su mirada es la única que nos ve con absoluta claridad, sin distorsiones ni condiciones. En ella encontramos la respuesta que da sentido a nuestra identidad. La construcción del autoconcepto: una mirada desde la fe Hay momentos en la vida en los que sentimos la necesidad de hacer silencio y preguntarnos: " ¿Quién soy realmente? " No quién dicen los demás que somos, ni la imagen que proyectamos, sino lo que en...