Por favor, no me sueltes de la mano, siento que estoy cayendo en el abismo de mi propia inseguridad, de mis miedos, de mi fragilidad, de mi pequeñez; me parece que estoy yendo demasiado deprisa, y aunque disfruto de cada paso sabiéndote a mi lado, me siento sola, porque voy a un ritmo completamente diferente. Te amo con locura, desde luego no como los santos, pero eres mi vida, mi sentido, mi todo, por ti todo vale la pena: disponibilidad, entrega, servicio, noches sin dormir, mochila cargada, zapatillas gastadas por el camino, siempre una sonrisa, aunque el corazón se esté rompiendo, e intento mirar tu rostro y no lo veo. Sé que soy injusta quejándome, te tengo a ti, que realmente eres fuerza en mi debilidad, descanso en mi cansancio, luz en mi oscuridad, música armónica en mi ruido. No obstante, me paro a mirar y no veo con quién caminar a mi lado muchas personas, compañeros, amigos, familia, que estarían dispuestos a levantarme si me caigo, pero que no e...
Virgen consagrada. Licenciada en farmacia y en estudios eclesiásticos, máster en pastoral de la salud, bioética y cuidados paliativos. Acompaño en el límite, en la escucha y en la presencia. Profesional del SAER y docente en San Juan de Dios. ✉️ @pasbiopal