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Mostrando entradas de 2008

Feliz Tiempo de Navidad

Que la venida del Niño Dios consuele y fortalezca a los que esperamos todo de su AMOR. ¡Feliz Navidad!

Anunciar el amor del AMOR

Desde marzo, que viví esta experiencia, ya han pasado días, sí, aún así, siempre es bueno recordar, ya que no podemos dejar de lado nuestra propia historia, es desde ella que seguimos caminando para llegar a la meta, mientras tanto nos toca seguir viviendo una historia de salvación personal y eclesial, por eso comparto con vosotros esta especie de carta que escribí en aquella Pascua. Estamos en pleno Adviento, pero la finalidad es la misma anunciar el amor del AMOR: Amar al Amor, con esta finalidad un grupo de la Guardia de Honor del Corazón de Jesús nos hemos sentido llamados a vivir y experimentar estos días una ‘Pascua Contemplativa’, tiempo de reflexión y de oración, en el que no sólo hemos querido acompañar a Jesucristo, sino que además nos hemos sentido inmensamente acompañados por Él. ¿Cómo agradeceré al Señor tanto bien que me ha hecho?... (Salmo 115) Gracias a las hermanas Salesas del Primer Monasterio de la Visitación, a su oración constante y la oración de tantos amigos de l...

Para la familia

Ya han pasado unos días, desde que el Señor decidió llevarse a la tía Judit, ya estará gozando en los brazos del Padre e intercediendo por nosotros, estará disfrutando de otras alegrías que entre nosotros no pudo disfrutar, como el reencuentro con Corina y otros seres queridos... Si bien es cierto que a nosotros nos deja cierta tristeza su partida, también es cierto que nos deja la alegría de lo poco o lo mucho compartido con ella. A vosotros además la satisfacción del trabajo bien hecho hasta el final, el cariño, la entrega, el ser y estar en cada momento de su vida. Y aunque en esos momentos siempre caen lágrimas por su partida, y se nos queda el corazón encogido porque un trocito de nosotros se nos va, también es verdad que dentro de nosotros arde una llamita de luz con todos los buenos recuerdos vividos con ella, y mucho más para sus seres más queridos y cercanos. Por tanto agradecer a la tía Judit por su presencia y por todos aquellos de vida que nos regaló, y a vosotros, hij@s , ...

La Iglesia y el sufrimiento

Siguiendo a Jesucristo, para la Iglesia se convierte en imperativo el aliviar el sufrimiento, el llevar la palabra de consuelo y del triunfo verdadero al hombre postrado por el dolor y la muerte. El Padre, en el Hijo, mediante el Espíritu nos da la única vida plena que podemos alcanzar los hombres. Si el dolor es un misterio, la Vida es un don del Dios Trinitario que ha de ser acogido y vivido en toda su hondura. La vida humana no puede desarrollarse sino dentro de la Iglesia, dentro de relaciones sociales satisfactorias. Esto se ve también en la enfermedad. El que está completamente aislado, se encuentra ya enfermo. El proceso de curación no puede realizarse sino en el marco de relaciones sociales sólidas o debe verse apoyado por estas. Por eso, es de importancia decisiva para el sufriente no sólo una mejora de sus vínculos familiares y de amistad, sino también y principalmente la relación entre el acompañante y el acompañado y la relación personal con quienes le prestan asistencia sa...

Dios y el sufrimiento

La vida del hombre está sujeta al sufrimiento y al dolor. La enfermedad y la muerte acompañan al hombre, en su realidad débil, sin necesidad de recurrir a Dios como causa directa del mismo o hacerlo fruto de su voluntad sobre el individuo concreto. La Plenitud se da sólo en la realidad divina como increada y como sumo Bien y Bondad, por lo que el hombre como ser creado es necesariamente inferior, lo que le confiere su categoría de débil y expuesto a las realidades hirientes. Frente a la idea retributiva del sufrimiento como consecuencia del propio pecado, la misma Palabra de Dios en el libro de Job deja en suspenso esta idea al presentarnos el sufrimiento del justo y su experiencia profunda del amor y de la grandeza de Dios. No hay relación directa y permanente, entre el pecado de cada persona y el propio sufrimiento. La relación sana con Dios especialmente en el sufrimiento, requiere una purificación constante. Pues fácilmente proyectamos en Él nuestros temores, deseos, pensamientos, ...

Grupo de Reflexión con nuestros mayores: ¿Y ahora qué?

Durante este curso queremos seguir caminando hacia el Amor, hacia el abrazo del Padre que nos espera lleno de amor misericordioso, porque nos ama como somos, nos conoce perfectamente y aún con nuestras inseguridades, nuestros reproches, y nuestras incoherencias nos ama. Sí, nosotros también murmuramos y nos rebelamos en este camino de nuestra enfermedad, del sufrimiento, al igual que hizo el pueblo de Israel al salir de Egipto, y Dios sigue poniendo ante nuestro camino ‘profetas’ que nos guían, que nos animan, y hacen cambiar nuestros corazones, por eso compartimos y reflexionamos en grupo nuestras pequeñas experiencias de vida, no sólo queremos compartir vida en el día a día, sino que también queremos compartir fe. En el camino de este curso y con el Corazón en ascuas [1] , nos encontraremos no sólo con la Eucaristía , sino también con el maná que nos proporciona Jesucristo, desde su Palabra, que es vida para nosotros, así tendremos el Alimento para el camino , con la ayuda de unas re...

Duelo. Con la familia.

El enfermo ya no está, ha cruzado el umbral de la esperanza, ha partido hacia los brazos del Padre y de los que le esperan al otro lado,… pero a los que se quedan aquí les ha dejado un supuesto vacío, ¿por qué digo supuesto? Pues porque aunque nuestro ser querido ya no esté con nosotros físicamente, sí hay algo que no nos podrán quitar nunca, y son los recuerdos de todo lo vivido con él, sí, esto queda grabado no sólo en nuestra mente, sino sobre todo en nuestros corazones; y aún así la familia ha de proseguir con su vida sin él, sin su presencia física. En ocasiones la relación de atención a su ser querido ha sido bien estructurada y la despedida ha podido hacerse sin gran dificultad y de manera real tanto en el plano físico, como en el espiritual, quedando la familia con la ausencia física, pero también con el confort y consuelo de la tarea bien hecha. En esto un equipo interdisciplinar tiene mucho que hacer bien, ya que unos últimos días con síntomas incontrolados se van a vivir com...

Aspectos del acto de fe

Fe como objeto y contenido Sería el objeto material de la fe, tradicionalmente la “fides quae” (CREDO DEUM: Creo en Dios). El objeto de la fe no es una verdad abstracta sino el ser personal de Dios (Jn 17, 3); por eso el acto del que cree no se agota en meras formulaciones sino que tiende a la relación personal. El contenido esencial de la fe es Jesucristo, Hijo de Dios (Mc 8, 20). Cristo como objeto de la fe y, a la vez, como fundamento de la misma. Fe como adhesión personal Es el objeto formal de la fe, la “fides qua” (CREDO DEO: Creo a Dios). Dios, testigo de la fe, garantiza la verdad de la Revelación. En definitiva creemos por la autoridad del Dios que revela, porque Dios da testimonio de sí. Este testimonio de Dios se expresa, según Sto. Tomás, en la vocación interior (mediante la mente, por la iluminación) y por medio del corazón (por la inspiración); y se manifiesta mediante la Palabra (Dios habla en Cristo y a través de la Iglesia) y mediante los signos. Fe como diálogo del ho...

El prisionero de la caverna

Para Platón existen dos mundos: el mundo sensible o aparente (mundo representado por la cueva y la oscuridad) y el mundo de las ideas o verdadero que es inteligible (fuera de la caverna, donde brilla el sol). Cada elemento que aparece en este mito tiene un significado especial: La caverna platónica : puede simbolizar el mundo aparente, material fenoménico y también podríamos decir virtual. Puede simbolizar nuestra época, donde sólo vemos las sombras de las cosas y no tenemos muy claro qué son. Esto lo vemos en el hecho de que la caverna es oscura. Las cadenas nos unen a la caverna. Nuestra ignorancia, comodidad etc. nos imposibilita salir de la caverna, de esta falsa realidad. Las cadenas : pueden simbolizar el miedo, la comodidad, el hedonismo, la ignorancia, etc. del hombre postmoderno que está “atado” o sujeto a una realidad falsa y a un mundo fenoménico. Representan ese impedimento para salir del mundo aparente. Los prisioneros : pueden representar al hombre postmoderno, a nosotros...

Acompañamiento espiritual al enfermo

El acompañamiento es un servicio de mediación a la persona que busca el sentido de su vida desde la coherencia interna, la interiorización de significados y las propuestas de futuro. Significa: Ø Disponerse a entrar en tierra sagrada “descalzos” libres de algunas tendencias más o menos arraigadas como - las de moralizar sobre lo que el enfermo dice, siente, ha hecho… - la de responder con frases hechas y consuelos baratos… - la tendencia a investigar o a llenar la visita de preguntas - la tendencia a decir al otro lo que tiene que hacer, sentir o pensar - la tendencia a decir aquello que uno mismo no se cree Ø “Hacerse cargo” de la experiencia ajena, dar hospedaje en uno mismo al sufrimiento del prójimo, así como disponerse a recorrer el incierto camino espiritual de cada persona, con la confianza de que la compañía sana ayude a superar la soledad, genere comunión y salud en el sentido holístico. Ø Generar salud, quien acompaña, con una discreta presencia, genera mayor confort físico, ...

La familia del enfermo

A lo largo de la historia, la familia ha sido y sigue siendo, la primera y más importante institución asistencial del mundo sanitario, lo es por su cercanía, por las prestaciones que ofrece, por su comunicación, su participación, su presencia y afectividad, y, principalmente por su amor fraterno y servicial hacia el enfermo, su ser querido. Cuando una persona enferma, la familia también enferma y se ve afectada, a veces profundamente. La enfermedad trastorna el ritmo de vida de toda la familia, puede desestabilizarla y suele producir desequilibrios emocionales. La familia necesita al igual que el enfermo, y a veces más, que se promueva y acompañe el desarrollo de la parte espiritual, dentro de la asistencia integral del paciente. El primer momento de intervención que se realiza con la familia, se produce en el momento de la acogida, es cuando podemos empezar a dar un apoyo humanizado, primero tenemos que conocer a la familia, acercarnos y escuchar sus problemas, según las necesidades, ...

La gratificante labor de los médicos del alma

La gratificante labor de los médicos del alma Publicado en VIDA NUEVA el 30-05-08 “Los capellanes estamos a disposición de las necesidades espirituales del enfermo” Con motivo del debate suscitado desde diversos medios de comunicación por la presencia del Servicio de Asistencia Religiosa dentro de los comités de bioética de los hospitales públicos de la Comunidad de Madrid, Vida Nueva ha querido acercarse a conocer de primera mano cuál es la auténtica realidad de los capellanes hospitalarios. Para el sacerdote Víctor Hernández, miembro del comité de bioética del hospital madrileño Gregorio Marañón, ésta es un polémica “que surge interesadamente y fuera de contexto”. Hernández defiende que “los comités de bioética no deciden ningún tratamiento, sino que son un órgano consultivo donde se aprueba un dictamen orientativo, y, lógicamente, dejar fuera la dimensión espiritual del enfermo sería un error”. El capellán del Gregorio Marañón resalta que no se trata de cubrir puestos, sino de aport...

¿Teoría de la verdad?

El problema de la verdad ha supuesto una cuestión fundamental a responder durante toda la historia del pensamiento. Ha sido abordado desde múltiples corrientes de pensamiento y se han ofrecido respuestas igual de dispares acerca de la posibilidad o no de alcanzar la verdad. El hombre no se ha conformado con mirar al horizonte sin preguntarse por la veracidad de todo aquello que lo rodea, le afecta y conoce. La existencia del hombre es del todo ininteligible separada de la verdad. Una vida humana sin nada que ver con la verdad es, sencillamente, lo más opuesto a la vida humana. Porque la verdad es conciencia y es sentido. La vida humana aparece como quehacer, como realización de un para que, y por tanto, eso que llamamos verdad, tiene que patentizar la finalidad de la existencia humana, en un presente concreto que emerge del pasado histórico. La verdad hace referencia a las tres dimensiones de la temporalidad humana: - Aletheia: significa lo que no está oculto, se refiere sólo a las cos...

Duelo

Estamos en una cultura que cada vez se aleja más y acepta peor cualquier tipo de sufrimiento; por eso, las manifestaciones excesivas de dolor ante la muerte no tienen cabida en las ceremonias comunitarias. Hoy, la enfermedad, el sufrimiento, el envejecimiento se viven como un fracaso. Por tanto, tampoco se acepta la muerte, que es el último e inexorable ‘fracaso’ y, como no se puede evitar, se lleva en silencio, sin ceremonias que trasciendan de lo privado. En el ámbito individual, el dolor, la pena y el duelo son similares e incluso más intensos que en épocas anteriores. El dolor se vive en la intimidad, e incluso el hacer excesivas manifestaciones de dolor se considera como exageraciones. Antiguamente la ‘buena muerte’ era la que llegaba poco a poco, la que daba tiempo para reconciliarse con Dios y con el prójimo. Sin embargo, la ‘mala muerte’ era la muerte repentina, la que había venido a hurtadillas y segado la vida sin que el moribundo hubiera tenido tiempo de poner en orden su vi...

Salud de Dios para los hombres (III)

No podemos renunciar al “misterio” que envuelve al sufrimiento, ni a la parcialidad de nuestra comprensión por lo limitado de nuestro saber y conocimiento, pero tampoco podemos renunciar a la oportunidad que nos brinda Dios de hacernos saber como en el caso de Abel, en el del propio Israel, en el de su propio Hijo y en tantos como se han dado y se darán a lo largo de la historia, que el sufrimiento humano está presente en la historia del hombre y a la vez en las manos de Dios que no se despreocupa, sino que escucha el clamor de su pueblo, la voz del indigente, la llamada de sus criaturas. En la carta apostólica Salvifici doloris, Juan Pablo II expresaba el deseo de que el sufrimiento ayude a “irradiar el amor al hombre, precisamente ese desinteresado don del propio yo a favor de los demás hombres, de los demás hombres que sufren”, y añadía: “el mundo del sufrimiento humano invoca sin pausa otro mundo: el del amor humano; y aquel amor desinteresado, que brota en su corazón y en sus obra...

Salud de Dios para los hombres (II)

Pero no sólo hay preguntas, también respuestas de Dios, jalonadas desde dentro de la Historia de la Salvación, en un proceso de crecimiento en el que se va descubriendo el error de interpretaciones humanas y la verdad de Dios. Por eso, la Sagrada Escritura recoge en su interior la realidad del hombre, sus cuestionamientos más profundos y la respuesta de Dios a los mismos, que habrá que saber descubrir y asumir, ya que en la Sagrada Escritura tiene cabida todo lo que se refiere al ser humano y a su destino. Es lo que intentaremos ir descubriendo en esta página, recordar un problema y una realidad que tenemos presente a menudo en nuestras vidas: la enfermedad y el sufrimiento. Nos adentrarernos en la Revelación para en ella descubrir el mensaje de Dios para el hombre que sufre. Y para ello podremos recorrer especialmente el Libro de Job, el justo que sufre. Pero sobre todo intentaremos adentrarnos en el Gran Libro abierto que es Jesucristo, la Revelación absoluta y definitiva, “salud de ...

Salud de Dios para los hombres (I)

“Por ser imagen de Dios infinito, el hombre es indefinido, nunca concluso, en perpetuo cambio inventivo, descubridor, creador en el sentido de estar asociado a la creación. Y es capaz de comprender la realidad, de escapar a su limitación para envolver en cierta medida el universo entero y hasta a su creador” [1] . Junto con la consecuencia de ser la primera maravilla de la creación, el hombre se experimenta a sí mismo con una fuerte carga de limitaciones que le frustran en su proyecto de plenitud. Hoy, la respuesta a esta situación la busca principalmente en la ciencia que le haga superar la finitud, al mismo tiempo que se afana por vivir profundamente las oportunidades temporales que tiene. Sin embargo, el interrogante permanece, la duda del ¿por qué? sigue estando presente. Y aunque de distinta manera que la ciencia, también hay una búsqueda de sentido, de respuestas que ayuden a vivir. Y es la pregunta que la historia y el mismo hombre le han dirigido a Dios: ¿Por qué tenemos que su...

Cantico del Anciano

Dichosos los que me miran con simpatía. Dichosos los que comprenden mi lento caminar. Dichosos los que hablan en voz alta para minimizar mi sordera. Dichosos los que estrechan con calor mis manos temblorosas. Dichosos los que se interesan por mi lejana juventud. Dichosos los que no se cansan de escuchar las historias que con frecuencia repito. Dichosos los que comprenden mi falta de cariño. Dichosos los que me regalan parte de su tiempo. Dichosos los que se acuerdan de mi soledad. Dichosos los que me acompañan en el sufrimiento. Dichosos los que alegran los últimos días de mi vida. Dichosos los que me acompañan en el momento del paso. Cuando entre en la vida sin fin me acordaré de ellos ante el Señor. Autor desconocido